18/06/2024
¿Sabes cómo cuidar tu vulva y tu vagina, para tener un buen confort en la piel de esta zona y en la mucosa genital? En este artículo te damos consejos clave, que también compartimos a nuestras pacientes en la consulta de fisioterapia de abdomino-pelviana, para que puedas conseguir el máximo confort de tu región íntima.
Aplicándolos obtendrás muchísimos beneficios, desde evitar todo tipo de molestias y disfunciones en esta zona (sequedad vaginal, irritación de la mucosa vaginal, infecciones, dolor en las relaciones sexuales…) hasta normalizar el tono y la calidad de los tejidos de tu suelo pélvico.
Recuerda que el suelo pélvico tiene un papel clave en la función reproductiva y sexual, así como en la micción y la defecación. Además, ¡ayuda a estabilizar la postura del cuerpo!
¿Vamos allá?
En primer lugar, es muy importante limpiar bien tu vulva, siguiendo las siguientes indicaciones.
Cuando vayas al baño:
1. Hazlo siempre de forma cariñosa, es una parte de tu cuerpo. Realiza toques de forma suave con el papel: no rasques, ni frotes. Así evitarás dejar trocitos de papel entre el labio externo e interno, e irritar la piel.
2. Cada vez que haces pipí, no necesitas jabón ni agua para limpiar la vulva. Con el papel higiénico es suficiente. Evita las toallitas: llevan perfumes y otros químicos que alteran el PH vaginal y la microbiota, predisponiéndonos a sufrir candidiasis y otras infecciones. Si por la razón que sea, por ejemplo, un día de menstruación o si has ido de vientre, necesitas limpiar tu vulva un poco más, hazlo con agua. Puedes limpiar la zona anal con jabón.
3. Limpia tu vulva de delante, hacia atrás. Nunca al revés porque podrías favorecer infecciones.
En la ducha:
1. En el día a día, para limpiar la vulva en la ducha, usa simplemente agua, y con tus dedos: limpia bien el espacio entre labios externos e internos para retirar los restos de flujo que quedan, separa el capuchón del clítoris para evitar adherencias y limpiar bien esta zona, etc. En resumen, resigue con tus dedos todas las estructuras, para pase el agua por todos los pliegues y quede bien limpia.
2. No es necesario limpiar la vulva con jabón íntimo de forma diaria. Si quieres usarlo de forma puntual, por ejemplo, en días de menstruación, puedes hacerlo, siempre de forma externa (¡nunca dentro de la vagina!). Es importante que sea un jabón con un PH ácido (3,5) y de origen 100% natural.
3. Evita usar esponjas.
Hidratar la vulva de forma externa, en la zona de la entrada de la vagina y en la región que va desde la vagina al ano (periné), es necesario en todas las fases de la vida de la mujer. ¿Lo sabías?
El momento ideal para hacerlo es al salir de la ducha, 2 o 3 veces por semana. O bien de forma diaria, en situaciones que requieren un extra de hidratación:
- Tendencia a piel seca y/o enrojecida.
- Grietas o pequeños cortes.
- Picor.
- En los días de regla, debido al roce de las compresas y/o braguitas menstruales.
- En épocas de mayor sequedad, como consecuencia de cambios hormonales (lactancia, perimenopausia...).
Hidratar tu vulva, además de ayudarte en estas situaciones, mejorará el aspecto de tu piel y su elasticidad, la conciencia de tu suelo pélvico y la irrigación en esta zona, que a veces sufre congestión debido a un exceso de presión (por ejemplo, si tenemos la musculatura debilitada, o en etapas como el embarazo y postparto).
¿Qué tipo de hidratante vulvar, deberías aplicarte? Existen diferentes formatos, en consulta de fisioterapia abdomino-pelviana podemos asesorarte sobre cuál es la mejor opción para ti:
- En gel: de absorción rápida y fácil de aplicar.
- En bruma o spray: fácil de aplicar, aporta mucho frescor.
- En aceite: es nuestra opción favorita e ideal en situaciones de fricción (deporte, uso de compresas, etc). Su textura es muy agradable e invita a realizarte un automasaje, disfrutando de un momento placentero y conectando con la región del suelo pélvico.
Recomendamos el de la marca Ggcare o bien el aceite ozonizado de Intim de la marca Ozone Labs.
- En emulsión: indicado cuando hay sequedad severa o irritación.
Otras marcas que recomendamos a menudo en consulta son Cumlaude y VEA Cosmetics (muy rica en vitamina E, gran regeneradora de la piel y mucosa).
Así como hidratar tu vulva es importante a lo largo de toda la vida, hidratar la vagina es necesario únicamente en momentos puntuales de disconfort vaginal. Es decir, cuando hay dolor en las relaciones, picor, tirantez, etc.
También es muy recomendable en épocas de cambios hormonales (estrés, lactancia, perimenopausia o postmenopausia).
Al principio de usar un hidratante vaginal, puedes aplicarlo a diario, para conseguir una hidratación intensiva. Después, es suficiente con utilizarlo 1 o 2 veces por semana.
¿Qué tipo de hidratante vaginal te recomendamos usar? Los hay en diferentes formatos que te indicamos a continuación y, en este caso, también podemos asesorarte sobre cuál es la mejor opción para ti.
- En crema.
- En óvulos.
- En gel. Este es el formato que más recomendamos, en concreto, en gel con ácido hialurónico, ya que es muy efectivo para recuperar la mucosa vaginal y regenerar el tejido conjuntivo del suelo pélvico. Especialmente, es ideal para tratar la atrofia vaginal y el Síndrome Genitourinario, alteraciones típicas en la menopausia.
Hay que diferenciar entre el uso de lubricantes y la hidratación vaginal. La hidratación permite tratar la sequedad y disconfort vaginal, mientras que el lubricante aporta un plus de confort en las relaciones sexuales, especialmente en momentos de penetración.
Por lo tanto, te recomendamos usar lubricantes en tus relaciones, para conseguir un mayor deslizamiento y evitar un exceso de fricción o roce, que puede ser molesto. Sobre todo, en momentos de estrés y de cambios hormonales (lactancia, perimenopausia…), cuando sientas que disminuye tu lubricación de forma natural.
Es esencial que uses un lubricante que sea de calidad y lo más natural posible. Es decir, de base acuosa para que el PH sea parecido al vaginal (entre 3,5 y 4,5) y respetar así la microbiota vaginal, sin alterar tampoco tu propia lubricación vaginal.
Los lubricantes que llevan químicos (perfumes, parabenos, parafina...) alteran la microbiota vaginal y pueden causar irritación. Además, ¡su uso continuado puede provocar que lubriquemos menos de forma espontánea y natural!
Si quieres buscar otras formas de mejorar tu lubricación natural, con la fisioterapia abdomino-pelviana podemos ayudarte. Y si no sabes cuál es el lubricante más adecuado para ti, puedes consultarlo con nosotras, o bien con tu ginecóloga o sexóloga.
Para terminar, te proponemos algo que también forma parte del cuidado integral de tu vulva y tu vagina: ¡la autoexploración!
Conocer y tocar tu zona genital es un paso fundamental para favorecer la circulación en el suelo pélvico, así como la recuperación de su tono y de las disfunciones asociadas a esta zona, como la incontinencia urinaria, el dolor pélvico, el descenso de órganos, la sensación de peso en la vulva, las disfunciones sexuales, etc.
Explora tus genitales con un espejito, conoce sus diferentes estructuras, las zonas sensibles, contrae y relaja tu suelo pélvico observando la diferencia entre ambas situaciones, masajea la zona, busca el orgasmo…
En definitiva, cuidar tu vulva y tu vagina de forma integral es el camino para aumentar la conciencia y la salud de tu suelo pélvico, una zona que a menudo tenemos olvidada debido a cuestiones culturales y sociales.
En Centre Núria Caballé te acompañamos a disfrutar de una mejor calidad de vida, consiguiendo el confort de tu región íntima.
¡Pide cita con nuestro equipo de fisioterapia abdomino-pelviana cuando lo necesites!